DOMINGO DE RAMOS
Para dar comiendo a la Semana Santa orellanense, en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, a las 12:30 horas, tiene lugar la Santa Misa.
Dentro de ella se desarrolla la Procesión de las Palmas, donde el sacerdote y todos los asistentes, tras la bendición de los ramos de olivo y de las hojas de palmera, recrean la entrada de Jesús en Jerusalén por las calles del pueblo.
La procesión transcurre por la Plaza de Extremadura, Plaza de España, calle Real, Esteban Sánchez, Mariana Pineda, Iglesia y entrada de nuevo en el templo por la Plaza de Extremadura.
MARTES SANTO
Desde 1990 se viene celebrando cada Martes Santo la representación del Retablo de la Pasión, donde un centenar de vecinos de la localidad ponen imagen y voz a aquellos que vivieron junto a Jesucristo sus últimos días en La Tierra, según la tradición cristiana.
Escenas como la Entrada Triunfal, la Última Cena, El Prendimiento, los Juicios ante el Sanedrín o Pilatos, junto con la Crucifixión y Resurrección se intercalan con las intervenciones del coro hacen de la representación una «catequesis» única, según la dirección.
El aforo es limitado ya que la representación tiene lugar en el interior del templo parroquial en todo momento. Esta es una de sus peculiaridades. Aunque puede variar, la representación suele dar comienzo a las 21:30 horas. (fotos al final del artículo)
JUEVES SANTO
A las 20:00 horas, se celebran los Santos Oficios con la Misa de La Cena del Señor.
Tras ella, a las 21:00 horas, se desarrolla la procesión de Jesús Nazareno y de la Virgen de los Dolores por la Plaza de España, Plaza de Extremadura, calles Iglesia, Calvario, Corredera, Palacio, Pedrilla y de nuevo, Plaza de Extremadura y Plaza de España.
Desde el término de los Santos Oficios con su pertinente traslado de El Santísimo al Monumento hasta los Oficios del Viernes, la iglesia permanece abierta con La Vela para todo aquél que desee asistir.
A las 0:00 horas se celebra la Hora Santa, tiempo de recogimiento y oración para los cristianos.
VIERNES SANTO
En torno a las 13:00 horas transcurre la celebración del Via Crucis con los principales misterios de la Pasión y muerte de Jesucristo.
A las 20:00 horas de la tarde tienen lugar los Santos Oficios de la Pasión del Señor con un crucifijo como guía de la celebración.
A las 21:00 horas, al término de la celebración litúrgica, se desarrolla la procesión del Santo Entierro. Presidiendo el cortejo, la imagen del Cristo Yacente, seguida por la Santa Cruz y a continuación, la Virgen de los Dolores.
Con la salida a la Plaza de España, continúa por la Plaza de Extremadura, calles Iglesia, Río, Corredera, Palacio, Pedrilla y de nuevo, Plazas de Extremadura y de España.
SÁBADO SANTO / SÁBADO DE GLORIA
Antes de la caída del sol, sobre las 20:00 horas la Virgen de los Dolores vuelve a recorrer las calles de Orellana con la procesión de La Soledad.
Por la Plaza de España, calle Hospital, plaza de Nicolás Jesús Moreno Tejeda, calles Convento, Orellanita, Ladera, Plaza del Pilar, Buenavista, Real hasta llegar a la Plaza de España nuevamente, los fieles acompañan a la imagen de la Virgen tras la muerte de su Hijo.
Uno de los principales atractivos que tiene esta procesión es el engalanamiento de la calle Ladera por los vecinos con la manta vegetal que elaboran en todo su recorrido a base de flores y plantas olorosas, así como los balcones y ventanas con faldones y colchas.
La Noche de los Jaramagos
LA ENRAMÁ DE PASCUA
Desde tiempo inmemorial, en la madrugada que transcurre del Sábado de Gloria al Domingo de Resurrección, en el tramo de la calle Real comprendido entre la Plaza de España y la esquina con la calle Convento, tiene lugar un ritual festivo que entronca con las más ancestrales celebraciones de la primavera.
Como manda la tradición, los mozos del pueblo acuden al campo el Sábado Santo a recoger los jaramagos, tomillos, poleo, lavanda, hojas de palmeras y otras plantas olorosas y llamativas por su colorido.
En torno a las 03:00 horas de la madrugada, con las hierbas y jaramagos recogidos, se trenzan las lianas, que son unas formaciones cuelgan de lado a lado de la calle atadas a los balcones y ventanas más altas.
Con las hojas de palmeras se adornan las ventanas y puertas de las casas y locales de la calle, así como las barandillas y farolas.
El suelo se cubre con más jaramagos, poleo, tomillos y demás plantas olorosas constituyendo una auténtica manta vegetal. Al pisar todas estas plantas, desprenden sus frescos aromas, únicos en este día.
A las entradas del recorrido, por cada lado, se hacen unos arcos a modo de puerta también con lianas y palmeras, adornados con retama macho en flor, que abunda por la zona, también, dotándoles de unos colores verdes y amarillos muy intensos, a la par que fragantes.
Al término del trabajo, tras enramar, se degustan unas migas tradicionales celebrando el fin de la tarea.
LA ENRAMÁ DE GALA
El ambiente primaveral y festivo nos lleva a manifestar los sentimos contenidos en los días previos de la cuaresma, a lo que contribuye la propia naturaleza con su exuberante floración.
Y es en esta ocasión cuando los enamorados se disponen a adornar y engalanar primorosamente las fachadas de sus mozas pretendidas, aunque encontramos algunos casos anecdóticos en el que las que adornaron fueron ellas.
Para ello, colocan con exquisito gusto palmeras y flores en sus ventanas y balcones, de igual modo que se colocan en la calle Real.
Antes, en el caso de no ser aceptados por las mozas a las que se pretenden, las rejas eran adornadas con otras clases de yerbajos, jaramagos, matas de habas, cardos,… dando a entender su disconformidad.
LA PROCESIÓN DEL ENCUENTRO
El jolgorio, el griterío y los saludos llenan el aire de una tensa espera y emoción contenida en la mañana del Domingo de Resurrección. La calle está como el más hermoso de los vergeles: los arcos, guirnaldas y lianas tendidos de lado a lados ofrecen un marco inigualable.
Alrededor de las 08:00 horas de la mañana, clareando el día, sale del templo la imagen de la Virgen portada por mujeres. Mientras entonan el Ya suenan las esquilitas, hace su recorrido por la Plaza de España, calle Hospital, calle Colón y Convento. Comienza así la procesión de El Encuentro.
Al llegar a la calle Convento, se detiene y se le despojan de sus negras vestiduras, dejando ver otras más claras y brillantes, signos de la alegría a la que se acerca. Ahora los hombres toman el relevo, quienes correrán.
Hemos de aclarar que quienes generalmente corren son los mozos que han estado enramado durante unos años, teniendo preferencia quien no ha corrido antes o quien hace tiempo que no corría. Además, al igual que en la Enramá de Gala, también encontramos algunos cambios de roles anecdóticos donde corrieron algunas mujeres.
Mientras tanto, El Resucitado o El Niño, como también se le conoce, sale y espera al inicio de la calle Real, portado de igual modo que la Virgen.
Nerviosismo extremo, la multitud mira a un lado y a otro, impaciente, emocionada, palpitante. Los niños a hombros de padres y abuelos. Sencillamente indescriptible. Hay que vivirlo.
Suenan las esquilitas. La algarabía aumenta. Madre e Hijo comienzan una carrera abriéndose paso, literalmente, entre el bullicio y realizan las tres caídas o reverencias. Tras la última, se juntan en el medio de la calle y los mozos que portan las imágenes las alzan hasta donde pueden sus brazos.
En la torre las campanas repican, y toda la emoción contenida de un año sale a borbotones.
De nuevo toman el relevo las mujeres y continúa la procesión por la calle Esteban Sánchez y Mariana Pineda. Rodeando el templo, entran triunfantes por donde salieron y se celebra la Santa Misa.
Tras El Encuentro, es el momento de partir la empanada. Y después se disponen las salidas al campo de jira.
COFRADÍA DE LA SANTA CRUZ
En torno a los años 1987 – 1989 surgió por parte un grupo de unas catorce personas la única cofradía existente actualmente en Orellana la Vieja.
Motivada por el interés de una serie de jóvenes y personas adultas de llevar a cabo una mejor Semana Santa, vieron necesaria su creación para poder organizar, embellecer y dejar que no se perdiera.
Hasta ese momento, las imágenes eran de propiedad privada de algunas familias del pueblo que, por devoción o por gusto, quisieron encargar las tallas para sacarlas en procesión. Entonces, los miembros de estas familias y algunos allegados las preparaban, llevando a cabo su limpieza, vestido y colocación en las andas para las procesiones, así como los exornos florales que las acompañaban, quedando lo demás en manos de los párrocos del pueblo.
A partir de este momento, se fueron cediendo las actuales imágenes por parte de las familias a las que pertenecían a la Cofradía, que empezó a correr a cargo de todas las procesiones.
Imágenes y pasos que procesiona
En la actualidad, las imágenes y pasos que procesiona la cofradía son:
- Jesús Nazareno
- Virgen de los Dolores
- Cristo Yacente
- Santa Cruz
- Cristo Resucitado
La imagen de la Virgen del Encuentro es la única que la cesión de la familia está hecha a la iglesia y, aunque organice la procesión, son las herederas legítimas quienes la preparan para la procesión.
Todas las imágenes son posteriores a la Guerra Civil Española. Las anteriores fueron destruidas en las contiendas.
Los costaleros
El Sábado Santo de 2012 tuvo la primera salida el primer cuerpo de costaleros creado en la Cofradía con motivo de embellecer las procesiones que en años anteriores tuvieron que recurrir a los carros para las procesiones.
Sería en la Semana Santa de 2013 cuando salieran todos los pasos a hombros de nuevo, con su objetivo logrado.
En 2017 se creó también el cuerpo de costaleras para portar a la Virgen de los Dolores.
LA MÚSICA EN SEMANA SANTA
La banda de cornetas y tambores
Una de las señas de identidad de la Cofradía de la Santa Cruz es la fundación en 1996 de la Banda de Cornetas y Tambores.
Compuesta por unos 60 jóvenes y niños, marcan los ritmos y melodías inconfundibles en los recorridos procesionales.
El Coro Parroquial
Para la Semana Santa de 2003 se fundó este último coro en la parroquia debutando el Domingo de Ramos de ese mismo año.
Desde entonces, sus acordes acompañan todas las liturgias dominicales, así como los días festivos, como en Navidad, Misa de la Virgen de agosto y la Misa en honor al Stmo. Cristo de la Capilla, patrón de la localidad.
Este coro dio origen, también, al grupo folk local Revolares en 2013.
El coro de La Pasión
Con la aparición del Retablo de la Pasión en Orellana la Vieja, también vio la luz este coro que ha contribuido a que las canciones interpretadas en la escenificación hayan pasado al acervo popular, pues son por todos conocidas y su labor es muy alabada, pues transporta a todos los asistentes al Jerusalén de la época.
Las saetas
A lo largo de las procesiones del Jueves, Viernes y Sábado, son comunes estas declaraciones fervorosas a modo de canto en las calles de Orellana la Vieja, así como, alguna vez, a la entrada de las imágenes en el templo después de la estación de penitencia.
Las esquilitas o la Canción del Encuentro
A lo largo de la procesión de la Virgen enlutada en la mañana del Domingo de Resurrección se entona La canción de las esquilitas o La canción del Encuentro, ambos nombres de una misma realidad.
Esta canción va narrando escenas de los momentos previos de la Virgen antes de encontrar a su Hijo resucitado.
Tiene una base modal que denota su antigüedad y es única en este día, pues no se vuelve a cantar en todo el año.
GASTRONOMÍA
Antes de la Cuaresma pudimos deleitarnos con los riquísimos Buñuelos de Carnaval, y ahora le toca el turno a los Bollos de Semana Santa, los bollos dormíos o simplemente los Dormíos.
Aunque ya hace años que haya dejado de venir por el pueblo «El Tío de la Canela» aún resuena en la memoria de los mayores su característico sonsonete recorriendo las calles con su borriquillo anunciando las especias entre ellas «la canela para los dormíos».
Son unos bollos típicos de estas fechas, y desde pequeños los tenemos tan asociados a la Semana Santa como el turrón a la Navidad.
Se elaboran con una docena de huevos, un litro del rico aceite de la sierra, ralladura de un limón, anís, y canela, de la que se cuecen unas ramas. Además de la harina, el azúcar y ludia, es decir la levadura fermentada en casa, que también se utilizaba para hacer el pan.
En un litro de agua caliente se deslíe la ludia con paciencia y sin prisa. Luego se fríe en el aceite una cáscara de limón. Aparte se cuece anís en grano y canela, y se cuela. En la artesa de madera se va mezclando con la harina añadiéndola poco a poco. Después se baten los huevos y se añaden a la masa. Se seguirá añadiendo harina hasta que no se pegue a las manos.
Después se les da una forma redondeada con las manos y se tapan con una manta esperando a que despierten, a que la fermentación haga que crezcan. Entonces se llevan al horno. Allí, se adornan con clara de huevo batida con azúcar y se les pone alguna señal para identificarlos, como almendras, bellotas u hojas de olivo, según la peculiaridad de cada uno.
Además, con la misma masa se hacen los hornazos, que son más pequeños y con un huevo en el centro sobre él sostenido por un par de tiras de masa cruzadas.
Y la reina de la temporada: la empanada. También con la misma masa, pero de mayor tamaño y rellena de chorizo, salchichón u otros productos de la matanza. Se partía después del Encuentro al llegar a casa.
La cantidad de bollos, hornazos y empanadas que se hacían en cada casa dependía del número de miembros y de los parientes y amigos que por motivos de luto no pudieran hacerlos ese año y a los que se les llevaba a casa para que pudieran disfrutarlos.
Los bollos, hornazos y empanadas se llevaban al horno en una tabla a la cabeza de madera en la que cabían aproximadamente veintiocho unidades, o a veces en un tablero que tenía la mitad de capacidad.
Francisco José Rincón Gálvez.
Orellana la Vieja, 2018.
REPRESENTACIÓN DE LA PASIÓN. Noche de Martes Santo. Fotografías de José María Calzado
ORELLANA LA VIEJA 